El bruxismo, trastorno involuntario de apretar y rechinar los dientes, provoca el desgaste prematuro de la dentadura.
El bruxismo, el trastorno de apretar y rechinar los dientes de forma involuntaria, afecta a una gran parte de la población, aunque la mayoría de los perjudicados no son conscientes de ello. Aunque se desconoce la causa exacta que lo produce, se considera el estrés como el principal responsable de este trastorno que se presenta de igual manera en los dos sexos, tanto en niños como en adultos. Otros factores que barajan los expertos son las alteraciones de la oclusión mandibular, los trastornos neurológicos relacionados con el sueño y la genética.
Existen diferentes tipos de bruxismo según la manera de mover los dientes y el momento en que se realiza:
- Bruxismo céntrico: Se produce cuando la mandíbula se cierra, se juntan las muelas y se acomodan las superiores con las inferiores con el máximo contacto. Afecta sobre todo a los músculos de la mandíbula.
- Bruxismo excéntrico: Cuando, además de apretar, se frotan y rechinan los dientes, balanceando la dentadura lateralmente. Afecta especialmente a los dientes.
- Bruxismo del sueño: Suele aparecer en las fases 2 y 3 del sueño no REM.
- Bruxismo de vigilia: Asociada sobre todo a periodos de estrés laboral.
Las consecuencias del bruxismo son perjudiciales para la salud oral, causando un progresivo desgaste de los dientes y pudiendo provocar, además, la movilidad dentaria y la posterior pérdida de piezas dentales. Entre los síntomas que puede experimentar una persona con bruxismo encontramos los siguientes:
- Dolor e inflamación de la mandíbula
- Pérdida de esmalte dental
- Hipersensibilidad dental
- Fracturas y fisuras dentales
- Retracción gingival
- Fatiga o rigidez de los músculos masticatorios
- Dolor de oído
- Cefalea
Cabe remarcar que la mayoría de pacientes con bruxismo desconocen que sufren este trastorno. Normalmente lo descubren porque alguna persona de su entorno, sobre todo si duerme acompañado, capta el ruido que produce al apretar o rechinar los dientes. Otra forma común de averiguarlo es cuando el paciente acude al dentista a realizar una revisión rutinaria. Es por eso que los expertos recomiendan hacer visitas periódicas al dentista para lograr un diagnóstico precoz y evitar posibles efectos secundarios.
Para tratar el bruxismo, existen varias herramientas orientadas a reducir el dolor, prevenir el desgaste de los dientes y evitar daños permanentes en la mandíbula. Una de ellas son las férulas de descarga para proteger la dentadura de la presión que se ejerce al apretar. También es útil llevar a cabo técnicas de relajación que ayuden a rebajar el estrés y la ansiedad, así como ejercicios de fisioterapia para recuperar el equilibrio muscular y articular de ambos lados de la cabeza. En los casos más graves, es necesario hacer una ortodoncia para corregir los huesos y los dientes que están mal colocados.
En definitiva, el bruxismo es un trastorno que afecta cada vez a más personas y que tiene consecuencias negativas para la salud oral. Desde CDS te recomendamos que visites como mínimo una o dos veces al dentista para un diagnóstico precoz en caso de padecerlo. De esta manera, lograremos evitar sus efectos secundarios y el desgaste prematuro de nuestros dientes.