Llevar adhesivos dentales tiene una serie de inconvenientes. No solo alteran el sabor de la comida, también provocan dolor en la encía y su movimiento constante dificulta el habla. Como resultado, nos sentimos más inseguros a la hora de expresarnos y hemos de limitar nuestra alimentación debido a las dificultades a la hora de masticar.
Si este es tu caso has de saber que no estás solo: más de 240 millones de personas en el mundo son parcialmente o completamente edéntulos. Muchas de estas personas, ya han descubierto una mejor solución a los adhesivos: los implantes dentales. Estos son hoy en día, la primera opción de tratamiento frente a al pérdida de los dientes.
Se trata de pequeños caracoles de titanio que se colocan en el hueso maxilar tanto superior como inferior. Estas “raíces artificiales” se integran al cabo de un tiempo de manera que podemos restituir los dientes perdidos sobre ellas, actuando como si fueran dientes naturales. Están indicados para cualquier persona que haya perdido algún o varios dientes.
Para aquellos pacientes con una pérdida total o casi total recomiendan durante un tiempo, prótesis completas retenidas con implantes, lo que se conoce como sobredentarura. Una larga experiencia en este campo nos permite decir que es la opción recomendada para un éxito predecible.
¿Cuáles son sus beneficios?
Después de la pérdida de dientes y de unos años con dentadura, el hueso de la mandíbula se deteriora debido a la presión constante que recibe durante la masticación y las prótesis comienzan a bailar. Un proceso que continua hasta tener las mandíbulas completamente planas y sin retención. Con los implantes y la sobredentadura, este problema desaparece. Veamos las ventajas:
- Evitan la pérdida de hueso:continúan estimulando la mandíbula al comer o morder tal como lo harían los dientes naturales, evitando así la pérdida de masa ósea.
- Mejorar la calidad de vida: las sobredentaduras reducen o eliminan el molesto movimiento de la prótesis, lo que supone un impacto positivo en la salud y en la confianza de uno mismo.
- Podrás comer lo que quieras: la estabilidad de la prótesis te permitirá comer con más fuerza y seguridad sin importar la consistencia de la comida.
- Te permiten decir adiós a los adhesivos: Esto suponer un ahorro y olvidarse de las alteraciones del gusto, además de otros inconvenientes.
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