Una de las grandísimas propiedades de castañas y boniatos es que fortalecen huesos y dientes. Lamentablemente por estas fechas nuestros hijos han incorporado Halloween como…
una nueva tradición y, no nos engañemos, una chuchería les resultará mucho más apetecible que un boniato.
Este hecho hace que Halloween sea el momento para preocuparnos por la salud bucal de nuestros pequeños, aunque es una inquietud que debería estar presente todo el año.
Como ya comentamos en este POST anterior, El azúcar es el enemigo a batir desde la infancia. Y a pesar de que no podremos evitar que coman golosinas, sí podremos enseñarles a adquirir ciertos hábitos de limpieza e incentivarlos a ingerir aquellos dulces que puedan ser menos perjudiciales para su boca.
Las bacterias naturales de la boca se alimentan del azúcar de las golosinas y de otros alimentos y los convierten en ácidos que atacan el esmalte de los dientes y provocan su deterioro. Es importante mantenerlas a ralla.
Vamos a resolver algunas de las inquietudes que a padres y madres les surgen en estas fechas:
¿Cuando empezar a lavar los dientes de los más pequeños?
Hasta la aparición de los primeros dientes
Durante los meses que preceden a la aparición de los primeros dientes bastará con utilizar una pequeña gasa empapada en agua para eliminar las bacterias que se anidan en las encías. La pasaremos a lo largo de la línea en la que han de salir los dientes.
Desde el primer diente
Tan pronto como aparezcan deberías empezar a cepillarle los dientes con un poquito de pasta dentífrica dos veces al día: una vez por la mañana y antes de que lo acuestes a dormir. Siempre teniendo cuidado que no ingieran el flúor y que la pasta no sea más que lo equivalente a un grano de arroz, pues recuerda que en edades tan tempranas no saben escupir. Pregúntanos por el cepillo dental que debes usar. Empezar esta rutina temprano te ayudará a que se convierta en un hábito para tu bebé.
Alrededor de los 4-5 años
A estas edades ya podemos enseñarle a lavarse los dientes solo, aunque no estaría mal que lo supervisaras hasta los ocho años.
Tipos de dulces a evitar
A los pequeños les encanta el dulce pero es importante regular la cantidad que consumen para evitar las caries.
Lo que produce la caries no es la cantidad, sino la frecuencia con que se coman los dulces. Y tu deber será establecer una periodicidad para así formular la limpieza en el momento adecuado.
Además, y si no hay más remedio que dejarles injerir dulces, te facilitamos 3 tips que serán de tu interés para que el efecto sobre la salud de los niños sea el mínimo posible:
- Evitar las golosinas que exponen a los dientes al azúcar por largos periodos de tiempo como éstas, que son masticables o pegajosas:Trata de minimizar el consumo de este tipo de caramelos y sustitúyelos por otros como chocolates, galletas, barras de cereal o incluso chiclets sin azúcar.
- Tener siempre a mano agua, ya que limpia un poco el azúcar, y en la mayoría de los casos contiene Fluor, un elemento importante para fortalecer los dientes.
- Sugerirles que coman una pequeña cantidad de dulces de una sola vez seguida de un vaso de agua o una buena cepillada de dientes.
Una vez al año… aunque les haga daño ¡visítanos!
